Si debiera esixtir una regla de oro en el marketing de proximidad y en la publicidad en el móvil debería ser que el desencadenante de la acción sea el usuario o que, al menos, haya mostrado su consentimiento claro sobre qué quiere recibir y qué no. Cualquier otro planteamiento basado en la interrupción o en mensajes alejados de los intereses que haya manifestado, desemboca en un modelo especialmente desagradable de spam. Con el auge del marketing de proximidad con bluetooth, el proyecto de BlueSearch me parece bastante interesante.
BlueSearch va a ser una evolución de una aplicación para el móvil anterior - Bluetooth in love - enfocada al ligoteo: detallas tu perfil y el del tipo de persona que buscas, cuando hay alguien con la aplicación instalada en el reducido radio de acción de Bluetooth que cuadre, te avisa. Con el escaso radio de acción que ofrece esta tecnología, para que "Bluetooth in love" ofreciese algún tipo de resultado necesitábamos estar muy cerca del "objetivo", de hecho, servicios como Festuc hacen aproximaciones más prácticas a la hora de unir "noche y móviles".
BlueSearch irá un paso más allá. La idea es permitir declarar múltiples tipos de intereses: desde películas hasta libros, pasando por tipo de cocina o cualquier cosa que se nos ocurra y que BlueSearch sirva para encontrar productos y servicios. Tenemos en nuestro perfil que nos interesa el cine de Tarantino, BlueSearch nos avisaría de sus películas en cartelera cuando pasemos cerca de una sala; ponemos que somos muy aficionados al sushi, al pasar junto a un restaurante se nos envía su carta y una oferta... Claro que para esto funcione se tienen que dar dos cosas: tener la apliación y el bluetooth activados y que el local que nos quiera contactar tenga un servidor (que es donde la gente de BlueSearch quiere hacer el negocio).
Difiere de la aproximación de Google Maps en que el usuario es pasivo, no declara una necesidad actual ("buscar restaurante japonés") sino una general ("me gusta el sushi, que me avisen cuando pase cerca de uno"), lo que a priori lo hace menos efectivo: puede interesarme Bolaño, pero no siempre estoy deseando comprarme un libro. Creo que habrá que hilar muy fino para hacer esto útil, con integraciones del tipo "en la librería de enfrente tiene libros de Bolaño en esta sección en esta estantería con tal descuento" sólo cuando efectivamente haya entrado: hay un interés implícito (he pasado la puerta) y otro explícito (me gusta al autor).
¿Dificultades y barreras? Además de los inmediatos: instalar una aplicación en el móvil, configurarla y rellenar el perfil, llevarla activada y con el bluetooth encendido... tenemos el problema de conseguir la masa crítica. La Fnac no va a poner servidores de BlueSearch en sus tiendas si los usuarios no usan el servicio y captar a éstos se antoja complicado a pesar del "anzuelo" del "toothing". La idea me parece en cualquier caso muy interesante y de la mano de un fabricante u operadora, BlueSearch tendría medio camino andado (el otro medio es mejorar en la ejecución, la web falla mucho, tiene menciones a la anterior marca por todos lados, no se explica bien el producto). Queda el tema de la privacidad. La idea de ir por ahí y que se pueda rastrear donde he estado y cuando supone un nuevo obstáculo, aunque desde BlueSearch me aseguraron que los servidores en ningún momento identifican a nadie, sólo detectan a un "perfil anónimo" que comparan con lo que el local puede ofrecer.
Cada vez me interesan más las tecnologías que conectan experiencias online con el mundo real. El marketing de proximidad supone todo un desafío en varios frentes: control del usuario, intrusión/interrupción, aproximación entre publicidad e información, privacidad y medición del retorno de la inversión. Creo que la idea tras BlueSearch supone un balance equilibrado de todos ellos, con un planteamiento novedoso de la problemática de este tipo de acciones: saber el perfil de alguien en un determinado lugar para ofrecerle algo que puede resultarle interesante.
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